sábado, 19 de noviembre de 2011

- La misión era tomar la colina, eramos cuatro. Cinco contando a Vicente, pero había perdido una mano al estallar una granada y no podía luchar como cuando le conocí y era joven y valiente. Y la colina estaba encharcada por la lluvia y en el camino había muchos soldados alemanes, y se trataba de apuntar al primer grupo y con puntería certera, retrasarles...
- Tenía miedo?
- De qué?
- De que lo mataran
- No escribirá bien si tiene miedo a morir, lo tiene?
- Yo diría que si, diría que es mi mayor miedo, realmente.
- Es algo que le ha pasado a todos los hombres y a todos les pasará.
- Lo sé, lo sé 
- Ha hecho el amor con una auténtica gran mujer?
- La verdad es que mi novia es bastante sexy
- Y cuando hace el amor con ella, siente una pasión hermosa y verdadera, y al menos en ese momento le pierde el miedo a la muerte?
- No, no suele ocurrirme
- Creo que el amor que es verdadero y real, crea una tregua con la muerte. La cobardía viene de no amar, o no amar bien que es lo mismo... Cuando el hombre que es verdadero y valiente, mira cara a cara a la muerte como los cazadores de rinocerontes que conozco, o Belmonte que es valiente de verdad, porque como aman con suficiente pasión, apartan a la muerte de su mente. Hasta que vuelve, como hace con todos los hombres... Y es hora de volver a hacer el amor de verdad. Pienselo bien.

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